Parece ser que las cuantiosas noticias aparecidas últimamente en los medios de comunicación referentes ha provocado que su presidente ejecutivo, Pedro Díez Orzas, haya decidido dar su opinión al respecto.
Aquí os dejo sus comentarios, a ver qué os parecen.
Sobre los sistemas de traducción automática: las cosas en su sitio
Durante estos últimos meses están apareciendo en los medios de comunicación bastantes informaciones que aluden al surgimiento de lo que genéricamente se denominan "sistemas de traducción automática", resaltando las ventajas que su utilización representa para los usuarios. Las distintas herramientas de un buscador como Google u otras propuestas surgidas de determinados proyectos de investigación se situarían en esta senda de actuación.
Quizá por desconocimiento, quizá por otro tipo de intereses, lo cierto es que buena parte de estas informaciones pueden dar lugar a algún equívoco, por lo que he considerado que sería interesante realizar algunas precisiones al respecto que permitan una mejor comprensión de este fenómeno.
Como punto de partida conviene advertir que la traducción profesional, junto a buenas metodologías, prácticas, tecnologías y herramientas son la mejor solución para disponer de sistemas multilingües de información actualizados con agilidad y calidad. Sin embargo, el aumento espectacular del volumen de contenido textual y el elevado número de idiomas a los que hay que traducir hacen que esta solución sea, en muchos casos, impracticable si lo que se pretende es abordar la totalidad del volumen de contenido.
En líneas generales, podemos afirmar que la traducción automática es muy útil en cuanto a su faceta de "traducción informativa", es decir, para la comprensión general del texto, mostrándose por tanto adecuada en ámbitos en los que no es necesario que la calidad de traducción sea elevada (expresado con otras palabras, es válida para romper determinadas barreras lingüísticas). Por el contrario, no es tan relevante si lo que se pretende es alta calidad (si bien es preciso advertir que existen diferentes grados según las distintas combinaciones de lenguas).
Es decir, la traducción automática puede emplearse en procesos de selección de contenidos (conocer antes de decidir qué traducir), clasificación (identificación de temas para construir metadatos de clasificación), búsqueda (aumentar el alcance de motores de búsqueda de forma dinámica) o herramientas autor (asistir a personas con competencia en una lengua pero con limitaciones en sus habilidades de escritura). Pero su limitación es también evidente y tiene que ver con que su calidad no se ajusta con los actuales requerimientos del mercado. Es decir, requiere una postedición o revisión humana para lograr unos niveles de calidad acordes con los requerimientos del cliente.
Si nos referimos a una lengua como el español, la traducción automática puede merecer la pena entre pares de idiomas lingüísticamente cercanos (por ejemplo, catalán, gallego o portugués) y ofrece mayores dudas aplicado a pares de lenguas más distantes (como pueden ser inglés, francés o italiano). Asimismo es una técnica integrable en entornos con procesos de traducción complejos.
Es por ello que una propuesta híbrida puede ser en estos momentos la solución más acertada, consiguiendo un compromiso entre calidad y cantidad (calidad en determinados contenidos y traducción global de todo el portal).
Por poner un ejemplo que considero bastante significativo: la solución híbrida es la mejor oferta del mercado para grandes volúmenes de contenidos textuales. Linguaserve la ofrece adaptada a cada necesidad, para que las páginas web de cada organización se presenten traducidas a sus "lenguas objetivo". En cualquier caso, la elección correcta depende de cada caso y de cuestiones de otra índole, como costes, nivel de seguridad de contenido, accesibilidad de la página web, entre otras muchas.
En definitiva, aunque el avance que se percibe en el desarrollo de sistemas de traducción automática es cada vez más relevante, lo cierto es que a fecha de hoy el papel que juegan los profesionales de la traducción continúa siendo innegable. Es imprescindible la existencia de empresas que cuenten con recursos humanos verdaderamente cualificados, que utilicen de forma activa las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones y que apuesten por la calidad en la totalidad de sus procesos productivos.
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